El pontífice
animó a los padres a «perder tiempo con sus hijos, jugar con sus hijos»
El
papa Francisco ha instado a los jóvenes a formar una familia cristiana a través
de un matrimonio «para siempre», a pesar de afirmar que «no es fácil ir por
este camino» debido a «los problemas, las pruebas y los sacrificios» que exige
esta institución. Francisco ha animado a decir a los jóvenes que «no es fácil
ir por este camino, pero que es bello» y que a pesar de los problemas en el
matrimonio, los jóvenes pueden aprender de los padres y de los abuelos que el
matrimonio es el sacramento que da unidad y que es posible «donarse
completamente sin cálculos ni reservas, compartir todo, dones y renuncias y
confiando en la Providencia de Dios».
Además,
el Papa ha resaltado la importancia de la infancia y la ancianidad «que
representan los dos polos de la vida y también de los más vulnerables y
frecuentemente los más olvidados» por lo que ha animado a hacerse cargo de
ellos.
«Una
sociedad que abandona a los niños y margina a los ancianos corta sus raíces y
oscurece su futuro» ha indicado el Papa, que ha destacado que cada vez que un
niño es abandonado o un anciano es marginado, se cumple un acto de injusticia
por lo que ha animado a hacerse cargo de ellos como una «elección de
civilidad».
El
Papa ha valorado «la gratuidad de los padres y madres que pasan tiempo con sus
hijos» y los ha animado a «perder tiempo con sus hijos, jugar con sus hijos»
así como también ha agradecido por el trabajo de esta asamblea plenaria que
«podrá ser una contribución valiosa al próximo Sínodo extraordinario de los
obispos que será dedicado a la familia».
Francisco
ha pronunciado estas palabras durante la audiencia a la XXI asamblea plenaria
del Pontificio Consejo para la Familia, que se ha celebrado en Roma desde el
pasado 23 de octubre.
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