Mi experiencia en el prenoviciado a sido una experiencia de
constantes cambios, lo catalogaría como una experiencia de mucha renuncia y de
mucha alegría, ya que en ella debo de estar dispuesto a dejar muchas actitudes
que a lo largo de nuestra vida vamos acumulando que no son tan buenas y que no
nos ayudan a ser buenos salesianos, pero a la vez la experiencia es de mucha alegría
porque una vez que nos vamos desprendiendo de muchas, cosas vamos siendo más
plenos y humanos.
En
nuestra casa nosotros somos los primeros responsables de vivir en familia y en comunión
con nuestros hermanos, hay salesianos que están encargados de velar por nuestra
formación y ellos mismos nos dan materias de diferentes tipos,
todo dirigido a un sano crecimiento como persona y salesiano.
En
nuestra experiencia formativa, hay laicos que intervienen dando clases o en
asesoramiento psicológico entre otras cosas.
Pero
lo mejor de todo es el contacto que tenemos con Dios, Él funge como el motor de
toda actividad y es por eso que nosotros estamos aquí, ya que estamos convencidos
de que Dios nos llama y nos invita a seguirlo.
Atte.
Emmanuel Vazquez
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